Se aplica a enfermedades como artritis, artrosis, espondilitis, fibromialgia, etc., dolencias que producen dolor crónico y que conllevan una reducción de la movilidad y funcionalidad.
Reducción de la inflamación
- Prevención de alteraciones funcionales y secundarias
- Recuperación de la movilidad y funcionalidad
- Alivio del dolor
- Evaluación, diagnóstico y tratamiento de lesiones músculo-esqueléticas
- Optimizar y acelerar el proceso de recuperación
- Aumentar fuerza
- Aumentar la autonomía del paciente